VIVIR BIEN se une a la Semana Mundial de Acción en contra de la discriminación por edad

Vivir Bien

Por desconocimiento, aún prevalecen muchos mitos asociados al envejecimiento y la vejez. Por ejemplo, se cree que con la edad, las personas enferman, ya no pueden trabajar, son una carga económica, requieren de atención y cuidados especiales, o ya no pueden seguir estudiando. También que las personas mayores ya no tienen vida sexual o incluso que se convierten en niños nuevamente y por tanto, hay que tratarlos como tal.

La estereotipificación o discriminación contra personas o colectivos por motivos de edad se le conoce como edadismo o viejismo. La palabra original proviene del inglés “ageism”. Otras traducciones también se refieren a: edaísmo, viejismo, ancianismo, o etarismo. El término se atribuye a Robert Butler, (gerontólogo y primer director del National Institute on Aging de Estados Unidos) quien lo acuñó hace 50 años, en 1968.

Algunas formas de discriminación por edad puede ser: 

  • Hacer suposiciones falsas como por ejemplo: las personas mayores ya no pueden ir a la escuela; las personas mayores son una carga.
  • No ser tomado en cuenta tanto en la familia como en la sociedad.
  • Pensar que las personas mayores enferman o pierden sus dientes porque es normal, ya son viejos.
  • Ya no ser sujeto a préstamos financieros, hipotecarios o no poder obtener un seguro de gastos médicos.
  • Ser víctimas de abuso y maltrato.
  • No encontrar empleo por ser una persona mayor

En México, la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017, reveló que el 45% de las personas de 60 años y más dijeron que sus derechos son respetados poco o nada. El 22.5% dijo que enfrentan falta de oportunidades para encontrar trabajo. Un porcentaje similar (22%), no cuenta con una pensión o jubilación. El 53.3% de las personas mayores opina que en México prevalece el prejuicio: “las personas mayores generalmente son una carga para su familia”. El 67% opinó que su experiencia es poco valorada. El 82% expresó que la mayoría de la gente se desespera fácilmente con ellos.

¿Qué podemos hacer? 

  • Visibilizar el problema. Hablar abierta y claramente de la discriminación por edad en la familia, el trabajo, en la comunidad en general. Darnos cuenta que muchas veces la discriminación por edad ni siquiera la vemos. Cuántas veces les hemos hablado “cariñosamente” a personas mayores, pero atrás de ese supuesto cariño hay una infantilización, una disminución de sus decisiones e incluso de sus capacidades de seguir haciendo lo que le gusta.
  • Abrir foros de discusión en donde sean las propias personas mayores quienes hablen al respecto y hagan propuestas para reducir o eliminar la discriminación por motivos de edad.
  • Dar voz a las personas mayores que son un ejemplo de haber logrado envejecimiento saludable. En VIVIR BIEN hemos puesto énfasis en ello. Tal es el caso de los videos de la señora Irene Díaz, el Sr. Julio Millán, e incluso de Cuauhtémoc Cárdenas, quienes nos comparten sus hábitos para mantener una vida saludable. Igualmente importante la labor de Fundación Tagle I.A.P., organización que invierte mucho tiempo y logra valiosos apoyos para que personas mayores vulnerables asistan a eventos culturales, pláticas sobre cómo cuidar su salud e incluso participando en foros organizados por el instituciones públicas.

Y tú, ¿cómo contribuyes a disminuir la discriminación por edad? Envíanos tus experiencias o sugerencias a vivirbien2018@gmail.com