Día Internacional de la Salud

En México, el 70% de las personas de 60 años y más son funcionales e independientes. Procurar la salud de la población adulta mayor requiere de la atender de diversas variables, tanto personales como familiares y del entorno. En VIVIR BIEN encontrarás información útil que contribuya al autocuidado de las personas mayores. Prevenir accidentes en el hogar, tener una buena alimentación y una vida activa física y socialmente son factores que pueden impactar de manera importante en tu salud. Y no olvides siempre acudir a consulta médica si tienes alguna duda sobre su salud, por menor que ésta sea.

Vivir Bien

Este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el lema oficial “Cobertura sanitaria universal para todas las personas, en cualquier lugar”.

Este organismo sostiene que son tres los ejes para propiciar el envejecimiento saludable: servicios de salud, atención a largo plazo y entornos donde se desenvuelve la persona mayor.

En México, el aumento y accesibilidad a los servicios de salud pública, así como una mayor conciencia del estilo de vida y el autocuidado, se ha visto reflejado en un aumento de la esperanza de vida que actualmente es de 74.9 años y se prevé que para 2050 llegue a los 80 años. La pregunta siempre es ¿en qué condiciones de salud vivimos a partir de los sesenta años?

De acuerdo del Institute for Health Metrics and Evaluation, en 2012, los principales factores de riesgo y su carga atribuible en las personas adultas mayores en México son las siguientes:

Como se puede ver, el primer factor de riesgo es la glucosa en sangre elevada, pero con una importante diferencia de 8 puntos porcentuales entre mujeres y hombres.

Las principales causas de muerte han venido cambiando en parte por la mayor longevidad, periodo en el cual aumentan las Enfermedades crónicas no trasmisibles (ECNT) y la multimorbilidad compleja, es decir, el curso de dos o más enfermedades.

Un aspecto que genera un alto impacto en las personas mayores y sus familias, es la presencia de enfermedades de alta duración y de alto costo como las enfermedades cardiovasculares, lo que además impacta en el grado de dependencia y discapacidad.

En personas longevas se presenta el síndrome de fragilidad (presencia de deterioro multisistémico). Asimismo, cuatro de cada diez reporta haber sufrido al menos una caída durante el último año. En cuanto a las enfermedades neurodegenerativas, un 7.9% reporta deterioro cognitivo y 7.3% alguna  demencia.

De acuerdo a datos oficiales, el 70% de las personas mayores son funcionales e independientes. No obstante 27% reporta alguna dificultad para realizar las así llamadas “actividades básicas de la vida diaria” (ABVD), que son aquellas directamente relacionadas con el cuidado del cuerpo: caminar, vestirse, comer, moverse, higiene personal o dormir.

Un aspecto que impacta en las salud de las personas mayores es si viven solos, en pareja o en familia. Según estimaciones de CONAPO el 75.9% de los hombres están unidos, en tanto que sólo el 46.8% de las mujeres lo están. En principio, las personas que viven en pareja o en familia suelen tener una mejor alimentación y al no estar del todo aislado, podrían no estar tan expuestos a sufrir periodos de depresión.