Preparación para la Jubilación

En Vivir Bien nos preocupa tu bienestar, por ello te damos algunos consejos con respecto a la jubilación.

Vivir Bien

Cuando escuchamos la palabra jubilación, por lo general pensamos en un proceso administrativo que implica dejar de trabajar en la economía formal porque hemos cumplido 65 años de edad y hemos cotizado 500 semanas. Esto implica, entre otras cosas, que durante muchos años hemos ido al trabajo de lunes a viernes, (en algunos casos también el sábado), hemos estado en la oficina al menos 8 horas (por lo general más), hemos invertido tiempo para el traslado de ida y vuelta a casa (como mínimo dos horas). Hemos convivido cada día con personas que vemos más que a nuestra propia familia y con algunos de ellos hemos establecido lazos de amistad.

De repente, llega la fecha que tanto esperábamos, ¡la jubilación! Esta palabra tiene su origen en el latín “iubilare” significa gritar de alegría; y su origen hebreo “yobel”, hace alusión al sonido de la trompeta que anunciaba el año de retirarse.

La rutina que por tantos años hemos conocido, se acaba. En el mejor de los casos, alcanzamos una buena pensión que nos permite continuar con nuestro ritmo de vida. Inicia un nuevo proceso, hacer nuevas rutinas, repensar cómo vamos a seguir activos e incluso productivos. Algunas veces, disminuir el estrés laboral, conlleva a un nuevo tipo de estrés, el del uso del tiempo libre. En suma, toca reinventarnos, a partir de lo que ya somos para los siguientes 10, 20 o 30 años.

Reinventarnos a partir de lo que ya somos, significa que ni la edad ni la jubilación cambiará lo que ya somos. Por ejemplo, si hemos sido personas sociables, activas, con buena salud en general, muy probablemente esto se mantenga. Entonces, ¿qué podemos hacer para prepararnos para una buena jubilación? A continuación te damos algunas recomendaciones. 

  • Lo primero es tomar consciencia y responsabilidad desde ahora mismo sobre la importancia que tiene el cuidar de todas las áreas de desarrollo como seres humanos.
  • Reflexionar sobre el hecho de que el trabajo es para realizarnos y obtener los medios para vivir personal, familiar y comunitariamente de la mejor manera. En pocas palabras, trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar.
  • Ya cercanos a la jubilación, en caso de que puedas acceder a una pensión por jubilación, preparar con tiempo todos tus papeles y si es necesario, asesorarte con un especialista.
  • Revisar cómo hacemos uso de tu tiempo libre. Suele pasar que después de trabajar, sólo queremos ir a casa y descansar. Es importante intentar hacer otras actividades lúdicas, como asistir a alguna clase, capacitación o realizar algún pasatiempo. Esto te permitirá tener otras redes sociales diferentes a las del trabajo.
  • Cuidar nuestros hábitos de vida, tales como la higiene del sueño, nutrición, actividad física, entre otros.
  • Procurar mantener nuestras relaciones familiares y de amistad. Por ejemplo, organizar alguna visita a museos o sitios de interés, una reunión mensual con los amigos, etc.
  • Cuidar nuestra salud mental. Es posible que frente a un fuerte cambio como lo es jubilarse, lleguemos a tener algún evento de depresión o ansiedad, Es importante consultar a un especialista en psiquiatría o psicología y no normalizar una situación así o esperar que se resuelva sola.
  • Procurar permanecer involucrados en los asuntos de la comunidad, por ejemplo, en la mejora de espacios públicos.

 A continuación te proponemos un pequeño ejercicio para que tomes consciencia de cómo ocupas tu tiempo y cómo te gustaría ocuparlo, de esta manera podrás ir introduciendo los cambios necesarios poco a poco antes de jubilarte.