Autocuidado de la salud y envejecimiento.

“…todo aumento significativo en el bienestar físico, mental o social

depende en gran medida de la determinación del individuo

y de la comunidad de ocuparse de sí mismo”

Halfdan Mahler, exdirector de la OMS

¿En qué piensas cuando alguien te dice que te tienes que cuidar? Seguramente en comer bien, dormir ocho horas, tomar dos litros de agua y hacer ejercicio. Y en efecto, todos esos temas tienen que ver con cuidarnos, pero no solo. Para poder explicar mejor todo lo que significa, es necesario referirnos a los tres conceptos centrales: salud, autocuidado y envejecimiento.

Para la mayoría de nosotros ya es familiar escuchar o leer que la salud no sólo es la ausencia de la enfermedad, sino un completo estado de bienestar físico, mental y social. Esta definición fue aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948. Posteriormente, la Organización Panamericana de la Salud añadió que la salud también está directamente relacionada con el medio ambiente que rodea a las personas.

Por otra parte, el autocuidado se refiere a todo aquello que las personas y las comunidades podemos hacer de forma voluntaria y sistemática para prevenir enfermedades y conservar la salud. Adicionalmente, es igual o más importante que el autocuidado se aumente en caso de padecer una o más enfermedades, para evitar su evolución o agravación. En este sentido, es necesario sensibilizar a las personas que tienen enfermedades crónicas no degenerativas, tales como diabetes o hipertensión, del doble autocuidado que necesitan tener conforme las indicaciones de algún médico ya que algunas veces incluso intentan curarse con remedios caseros que alguien les dio, como el clásico té para bajar el azúcar, pero siguen consumiendo azúcar.

Agreguemos el tercer ingrediente, el envejecimiento. Nuevamente, de acuerdo con la OMS, el envejecimiento es la consecuencia de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que tiene como consecuencia el descenso gradual de la capacidad física y mental, así como el aumento del riesgo de enfermedad. Pero estos cambios no son los mismos para todos, no son lineales ni uniformes y hoy en día se sabe que su relación con la edad es muy relativa. Una persona de 30 años puede estar teniendo un proceso de envejecimiento más acelerado que una persona de 60 años.

 A partir de todo lo anterior, ¿qué significa el autocuidado de la salud y envejecimiento?

  • Lo primero y más importante es que dado que envejecemos durante todo el curso de nuestra vida, es importante cuidarnos siempre, entre mas pronto lo hagamos, será mejor nuestra vejez.
  • Es necesario hacernos revisiones médicas completas con regularidad. Una cosa es autocuidarse y otra muy distinta auto diagnosticarse, auto medicarse o auto vitaminarse. Y sobre todo, no estás cuidando a tus amigos o familiares al compartirle tu receta porque “parece que tiene lo mismo que tu.”
  • Tenemos que incorporar a nuestro concepto de autocuidado lo referente a la salud mental, es decir, el bienestar emocional y psicológico de cada persona a partir del cual se puede funcionar en sociedad y resolver los retos que esto implica. La salud mental entonces tiene un componente personal, relativo a las capacidades cognitivas y emocionales, pero también un componente externo, el ambiente que te rodea. ¿Te has preguntado que tan sano es el ambiente donde vives o trabajas? ¿Podrías hacer algo al respecto para mejorarlo?
  • También incorporar la salud social, que es la suma de la salud física y mental. Se dice que se tiene salud social cuando puedes convivir en un equilibrio psicodinámico con la satisfacción de tus necesidades y con tus aspiraciones.

En VIVIR BIEN subrayamos que el envejecimiento no es sinónimo de enfermedad. Como ya se dijo antes, nuestra capacidad funcional disminuye, se adapta. Las personas mayores podrían experimentar una disminución de la audición, de la vista, de la masa muscular, cursar más de una enfermedad. Pero no necesariamente le sucede a todas las personas mayores.

Hay al menos tres factores que influyen en nuestro envejecimiento saludable:

  • Estilos de vida saludables. En VIVIR BIEN hemos publicado muchos artículos al respecto. Aprovecha para volver a navegar por las diferentes secciones.
  • Procurar estrechar nuestros lazos familiares y sociales ayuda a nuestra salud mental y social.
  • Un entorno físico y social adecuado a nuestras necesidades. En este sentido, en nuestra página de VIVIR BIEN podrás encontrar el artículo ¿Cómo adaptar una casa para una persona mayor? 

En resumen, y tal como lo menciona Leiton y Ordoñes (2003), el autocuidado nos va a permitir el desarrollo de aptitudes, habilidades y conocimientos que nos facilitarán mantener nuestra independencia funcional, los procesos vitales y el funcionamiento integrado, prevenir algunas enfermedades, hacer menos grave la enfermedad o discapacidad y sentir satisfacción y bienestar en la vida.

Fuentes consultadas:

Organización Mundial de la Salud. Sitio web:

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/envejecimiento-y-salud

Leiton Z, Ordoñes Y. Autocuidado de la salud para el adulto mayor. Manual de información para profesionales. Lima: Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social. Instituto Nacional de Bienestar Familiar; 2003.