Como lo hemos mencionado en otras ocasiones, México y el mundo se enfrentan a un importante cambio demográfico, el del envejecimiento y la longevidad de la población. De ahí, que la elaboración de conceptos que se usan en diferentes disciplinas, cobra una mayor importancia, ya que la forma de nombrar a un grupo de población, en este caso, las mujeres y hombres de 60 años y más, puede tener muy diversas implicaciones, tanto en la sociedad como en el quehacer de las instituciones que diseñan programas para su atención.

Veamos primero los significados de las palabras:

Anciano. Del latín “antianus”, significa: que va adelante o que es de antes.

Viejo/viejitos. Que tiene muchos años; antiguo o del tiempo pasado; deslucido, estropeado. Este concepto no es del todo apropiado, en algunas ocasiones se utiliza de manera peyorativa. Adicionalmente, muchas persona de 60 años y más se encuentran en muy buenas condiciones de salud física y mental.

Pensionado. Persona que recibe una prestación económica de conformidad con lo establecido por la ley, puede ser pensión por orfandad, viudez, invalidez, incapacidad o cesantía en edad avanzada.

Jubilado. Es un derecho que tiene una persona a recibir una determinada cantidad de dinero como resultado de su edad y el número de años trabajados (cotizados).

Diferencia entre pensión y jubilación:

Mientras que la jubilación es la finalización de nuestra etapa laboral con ciertos beneficios que nos otorga nuestra empresa o sindicato, la pensión es la prestación económica que se nos otorgará (o a nuestros beneficiarios) por diversos motivos, uno de ellos es la cesantía en edad avanzado o vejez; por ello tienden a confundirse entre uno y otro.

No todas las personas de 60 años y más son pensionadas o jubiladas.

Abuelo/abuelitos. Nombre con el que los hijos designan al padre o la madre de sus padres. No todas las personas de 60 años y más tienen nietos, por lo que es un término excluyente.

Tercera edad. Es un término antropológico que hace referencia a las últimas décadas de la vida, en la que la persona a la edad máxima que un ser humano puede vivir. Se refiere a una etapa del ciclo vital. Este concepto tiene su origen en la segunda mitad del siglo XX, surge en Francia y fue propuesto por el Dr. J.A. Huet, quien designó así a las personas percibidas como de baja productividad, jubilados o pensionados.

Adultos mayores/Personas adultas mayores. Este concepto se recoge por primera vez en el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA) en 1993 y en las Antenas Neológicas a partir de 2006 en la mayoría de los nodos. A consideración de algunos autores, se trata de un neologismo formado por un sustantivo y un adjetivo cuya creación obedece a la corriente de los años ochenta en la que las palabras que pudieran resultar ofensivas o discriminatorias para el grupo de personas al que aludían, se sustituyera por otras consideradas “políticamente correctas”. En el caso de México, la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores (DOF 25-06-2002), hace referencia al término personas adultas mayores: aquellas que cuenten con sesenta años o más de edad y que se encuentran domiciliadas o en tránsito en el territorio nacional (Art. 3º).

Personas mayores. Este concepto se utiliza por primera vez de manera formal en la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, aprobada por la Organización de los Estados Americanos en junio de 2015. La idea de este vocablo es que hiciera referencia de manera genérica tanto a hombres como a las mujeres, aspecto que no era cubierto por el vocablo adulto(s) mayor(es)

Como puedes ver, todos los conceptos son válidos, es más bien el uso que se le dé a cada uno lo que permite una mejor descripción de los temas que se están tratando.

En 2013, la Fundación Saldarriaga Concha, de Bogotá, Colombia, publicó una Guía para Periodistas, envejecimiento y vejez, la cual propone una mirada positiva y propositiva desde los medios de comunicación para referirse a los temas de envejecimiento y vejez.

En el ánimo de contribuir a la reflexión del cómo nos referimos a las personas de 60 años y más, a continuación reproducimos una serie de términos y prácticas que pudieran evitar el uso de expresiones incorrectas o condicionadas.