La percepción del frío en las personas mayores

Vivir Bien

¿Habías escuchado del término termorregulación? Es la capacidad del cuerpo humano de adaptarse a los cambios de temperatura ambiental. Lo podemos hacer mediante un mecanismo homeotérmico, es decir, en caso de frío, podemos producir calor interno a partir de titiritar; o bien, bajar nuestra temperatura mediante el sudor. Pero también recurrimos a mecanismos endotérmicos, por ejemplo, usar más ropa que evite perder calor o usar ropa fresca que nos permita transpirar.

La termorregulación de cada persona depende de varios factores, como la edad, el sexo, el consumo de alimentos y líquidos, la condición física, el número de horas que dormimos diariamente y en general de la actividad metabólica y nuestro estado general de salud. La temperatura promedio de una persona adulta sana oscila entre 36.5 y 37.5 grados centígrados.

A medida que envejecemos, la termorregulación de nuestro cuerpo va presentando cambios, la capacidad de percibir la temperatura ambiente disminuye y con ello, aumenta la dificultad para adaptarse tanto al frío como al calor. Por lo general, las personas mayores suelen tener una sensación de frío. Además de lo arriba mencionado, diversos estudios señalan que la piel podría estar más directamente implicada, ya que con la edad la piel se adelgaza y reseca, lo cual tiene como consecuencia que disminuya su función receptora de la temperatura.

Las personas mayores que cursan una o varias enfermedades, por lo regular el frío les afecta más. Personas que tienen artritis se les dificultará más el ponerse más ropa abrigadora. Una alternativa es suplir los botones por velcro, lo que les facilitará un poco la tarea.

Algunos síntomas de que una persona mayor ha perdido calor corporal son: entumecimiento, coloración azulada o grisácea, somnolencia, respiración superficial, confusión, pulso débil, rigidez en extremidades y dificultad para moverse. Es importante actuar de inmediato ya sea acudiendo al hospital o llamar a una ambulancia. En tanto, es indispensable tratar de aumentar su temperatura, intentando que ingiera alguna bebida caliente, acercándolo a una fuente de calor, revisando toda ropa para asegurarnos de que está seca y cambiarla si es necesario.

Durante la época de frío es importante:

  • Aumentar alimentos con alto contenido calórico y de carbohidratos. Por ejemplo, papas, elote, arroz, frijoles, miel, higo, membrillo, ate, quesos, yogures. En caso de tener restricción de algunos alimentos, es Importante consultar a un especialista de la salud.
  • Vacunarse contra la influenza.
  • No automedicarse, es preferible acudir a consulta a una revisión general para evitar complicaciones.
  • Usar ropa abrigadora, preferentemente de algodón. Usar varias capas de ropa, para poder quitar o poner a lo largo del día, ya que durante la mañana la temperatura es baja, pero a medio día es relativamente alta y vuelve bajar por la tarde-noche
  • Procurar el uso de cremas más emolientes para evitar la resequedad de la piel del cuerpo, la cara, el cuello y las manos. También usar protector solar. Debido al frío, las personas mayores se exponen un poco más al sol, y con ello también se exponen a la radiación. Usar calcetines y calzado apropiado. El uso de zapatos con suela de goma aísla mejor del frío.
  • Mantenerse hidratados mediante pequeños sorbos de líquidos a lo largo del día. Es ideal el uso de termos que nos ayuden a mantener caliente o tibia nuestra bebida.
  • Tener en cuanta que a veces las personas mayores no reportan tener frío, sino dolor, principalmente en brazos y piernas.
  • Procurar ropa de cama más abrigadora, por ejemplo, sábanas de franela.
  • Procurar calentar el cuarto de baño antes de meterse a bañar, lo cual les evitará cambios bruscos de temperatura y también evitará que usen agua muy caliente, que por otro lado puede causarles quemaduras.
  • Ventilar las habitaciones (abrir ventanas), en las horas de mayor calor, idealmente 30 minutos.
  • Realizar alguna actividad física diaria. Altamente recomendable hacer tai chi, ya que puede hacerse con bastante seguridad en espacios reducidos.
  • Cuando salgan a la calle, procurar ir siempre acompañados.
  • Revisar que los calentadores de casa, ya sea eléctricos o de gas, estén en buenas condiciones y nunca dejarlos funcionando toda la noche.

Artículos consultados:

Clark Blatteis. Age-Dependent Changes in Temperature Regulation -A mini review. Gerontology. 2012;58(4):289-95. doi: 10.1159/000333148. Epub 2011 Nov 11.

Sanitas. La sensación de frío en personas mayores. Consulta en línea:

https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/tercera-edad/control-patologias-cronicas/sensacion-frio.html